Ya pasó el susto. 

Así que al final, todo lo que teníamos que hacer era subir al escenario y cantar; ¿quién habría dicho que sería tan emocionante? Tras bambalinas todo puede pasar, aunque esta vez debo decir que estuvo algo desangelado por la precipitación, el cambio de última hora, y los pequeños detalles… Ah, pero eso sí, estoy seguro que el público se llevó un buen sabor de boca. ¡Sí Señor!
El Charlie estuvo filmando… apenas voy  a ver qué filmó. Lo armaré y tendremos un video muy pronto. Mientras tanto, que quede por sentado que la emoción del momento, con las luces y toda la cosa… pues no me la quita nadie. Las chicas y Pablo dieron lo mejor que tenían para que la canción y las diapositivas fueran algo padre. A fin de cuentas también esto es parte del mundo, también Kalmazoo es algo digno de celebrarse. ¿quién lo diría?
Pablo se aventó un discurso de presentación para la canción muy gracioso. La audiencia pareció complacida con él. Entre alabanzas y otras cosas, arrancó más de una vez la risa del respetable para encaramarse entre los momentos de la noche. Me ha llamado “DaVinci mexicano” en el escenario… no pude más que sonreír. (algo apenado… me chiveó)
Y pues bueno… todo valió la pena. Hasta el agujero de mi guitarra… que no se nota mucho.