Estos últimos días estuve solito en casa. Mis padres se fueron a Miahuatlán para cobrar su pensión como cada mes, además el 30 de abril fue la fiesta del Niño Doctor y mi padre llevó a cabo un momento de oración por ese motivo en la casa.

Hubieron varias cosas estos días. Dos juntas de viejos lobos, la visita de mi hermana y una larga charla con ella -como Dios manda- que ya necesitábamos, tener que encargarme -mal que bien- de la casa y su aseo; y finalmente plantearme la posibilidad de estarme aquí un tiempo más prolongado a solas.

Dos sesiones de logia para ver la película de Star Wars que nos faltaba (Sí, me gusta la serie y ¿¡Qué!?) y para platicar de varias cosas. Para saber qué onda, cómo actuamos ante un asalto -en progreso y antes de que ocurra en sí- Para saber qué tal nos entretiene el señor Polo Polo. En fin, que dentro de todo, gocé de este tiempo porque me permitió un poco más de libertad al estar con mis amigos. No es que no me sienta cómodo y libre cuando mis padres están en casa, sino que si ellos no están, mis cuates -lo sé- están más a gusto.

Por fin vino mi carnalita hermosa. Hablamos de cómo va su relación con mi cuñado, de las apreciaciones que mi sobrina le ha hecho ver, de cómo está dispuesta a luchar por su hija, por lo que es justo, porque mi cuñado cumpla con sus obligaciones de “hombre de familia”. También hablamos de sus temores, de sus esperanzas. La pregunta fundamental para la Chata en este momento es “¿Qué quiero de mi vida?” Hasta que ella no se conteste con honestidad esa pregunta, yo creo que cualquier esfuerzo por conseguir un cambio resultará inútil, porque no sabrá a dónde va, ni qué quiere lograr. Pero bueno, ya se verá, poco a poco… aunque a los 36 años pocas veces se puede decir ya “poco a poco”. ¿No?

Y como no está nuestra amada madresauria, pues a atorarle al “quiaser” jajaja. Me divertí. Sí claro, como sabía que tarde o temprano llegaría quien sabe hacerlo mejor que yo, pues tampoco me esmeré ni puse el ahínco que habría puesto en otras circunstancias. Tengo que reconocerlo. Pero como esto no es un de profundis. baste decir que me divertí y que hice lo mejor que pude. No hubo mucho tiempo, porque hacer tarea consume ahora más de tres cuartas parte de mi tiempo frente a Nix. Caray, ahora sí me siento como que en la escuela. No es mucha ciencia pero es laborioso: el aseo de la casa, mis respetos, Dâ Feli.

Poniéndonos un poco más groovies, me puse a pensar qué sería si viviese solo. La respuesta me dejó no muy sorprendido. Me gustaría tomar esa experiencia. Digo, no es lo mismo un fin de semana que un tiempo más prolongado -dos meses, digamos- Tengo la enorme ventaja de que podría escogerlo, que mis padres comprenderían, que tengo casa propia aquí, que soy un mantenido, que mis padres quieren ir a vacacionar a Miahuatlán, que… bueno, la cosa es que planeándolo bien puede salir.

Tengo algo de sueño, pero no quería irme a dormir y dejar esto en el tintero… así que aquí está.

V i c e v e r s a

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.

Del gran Mario Benedetti. Esto último, por recomendación de una amiga.